Consejos de conducción bajo la lluvia
Desde Rafael Asistencia queremos compartir con vosotros una serie de consejos para conducir seguros bajo las lluvias que nos trae el otoño.
Conducir bajo la lluvia siempre conlleva un extra de peligrosidad. Conducir con lluvia o suelo mojado requiere que prestemos una atención especial y al mismo tiempo un control sobre el vehículo acorde a las circunstancias de la vía.
Las estadísticas de accidentes reflejan que la lluvia es el fenómeno climatológico adverso que más accidentes provoca. Por ello, con lluvia o suelo mojado es necesario conducir con sentido común y seguir, en la medida de lo posible, unas reglas básicas.
Levanta el pie del acelerador, reduce la velocidad y aumenta la distancia de seguridad. Te recomendamos aumentar la distancia al doble de lo que llevarías con respecto al vehículo que te precede en condiciones normales.
Realiza una conducción suave y evita realizar movimientos violentos o frenazos bruscos. Usa con suavidad todos los mandos de control del vehículo como la dirección, el embrague, freno o acelerador.
Cuidado con la pintura blanca de la carretera. Evita, en la medida de lo posible, pisar la pintura blanca que sirve para marcar pasos de cebra o delimita los carriles ya que su agarre es inferior al del pavimento.
Enciende las luces de cruce y hazte más visible. Incluso, si la lluvia es intensa, enciende las luces de niebla traseras.
Ten presente el riesgo de aquaplaning. Para prevenir el fenómeno aquaplaning es muy importante la simple observación de las huellas del vehículo que nos precede así como la reacción que pudiera tener y, especialmente, siempre mantener una distancia prudencial. La pérdida de contacto del neumático con el suelo hace que el neumático pierda su poder de tracción y por lo tanto patine sobre la capa de agua
Si se produce el inevitable derrape, mantén la calma y corrige la dirección hacia donde el vehículo se está desplazando, es decir, girar hacia el lado contrario de donde se dirige la parte del vehículo que nos empuja hacia fuera de la vía. Al mismo tiempo y sin brusquedades de volante nos olvidaremos del freno pero sin dejar de acelerar lo suficiente para ayudar al vehículo a recuperar su trayectoria. Una vez controlada la situación adecuaremos la velocidad que nos permita continuar con seguridad para despejar la zona y evitar las temidas colisiones reflejas.
En el caso de que el vehículo quede inmovilizado señalice adecuadamente su presencia con la señalización de avería y una vez seguros, avise a una empresa especializada en auxilio y recate en carretera como la nuestra.